Pese a nuestra molestia en México, la Cámara Baja de Estados Unidos aprobó por mayoría (215 votos a favor y 214 en contra) el impuesto a remesas de extranjeros de un 3.5%; también se aprobó la construcción de 701 millas para continuar con la construcción del muro fronterizo entre México y Estados Unidos. Y aunque aún falta la aprobación del Senado, la realidad es que estamos muy cerca de que al país lleguen cerca de 2.300 millones de dólares menos que el año anterior (anualizado); una cifra no menor, que afectará a un importante número de familias mexicanas que viven de los apoyos que sus familiares les envían desde el vecino del norte.
Atrás quedaron los señalamientos de nuestro gobierno, sobre este impuesto al señalarlo como “inconstitucional”, y “fuera de lugar”, pues la idea del presidente Trump es la de hacerse de recursos para todas las estrategias que tiene planteadas en su gobierno.
Si bien esta relación con estados Unidos nos está poniendo a prueba cada día por la complejidad de las decisiones y cambios que se dan con el gobierno norteamericano, la realidad es que siempre se van a abrir oportunidades para nuestro país, las cuales habrá que impulsar. Tal es el caso de la industria del calzado, que debido a los aranceles recíprocos entre China y Estados Unidos, nos abre una ventana frente a la demanda de calzado de 2,700 millones de pares por año. “Los aranceles a la importación de productos chinos en Estados Unidos, por petición del presidente Donald Trump, representan una oportunidad muy prometedora para la recuperación y crecimiento de la industria del calzado en México que, por calidad y precio puede, tomar parte del mercado estadunidense, que representa una demanda anual de 2 mil 700 millones de pares”, señaló el presidente de la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (Ciceg), Juan Carlos Cashat Usabiaga.
En México producimos 180 millones de pares al año, una industria que tiene una mayor capacidad de producción instalada pero que por los costos que ofrece el mercado asiático ha venido funcionando parcialmente. Con esta “guerra comercial” entre Estados Unidos y China, tendremos la posibilidad de crecer la producción lo que beneficiará a la economía de nuestro país. Actualmente exportamos a Estados Unidos 40 millones de pares de zapatos, lo que representa un 80 por ciento de las ventas internacionales.
Según el presidente de Ciceg, en 2024 empresas asiáticas introdujeron al país más de 140 millones de pares de zapatos sin contar con el contrabando denominado bronco que se vende en tianguis o el comercio informal, lo que afecta también al sector en México.
Como podemos ver, en este nuevo orden económico que está tratando de imponer Estados Unidos, se cierran puertas y se abren otras, lo importante es que podamos adaptarnos con velocidad para lograr que nuestra economía pueda seguirse desarrollando.
Lo que sí es cierto es que seguir dependiendo de las remesas como primer ingreso del país, es una apuesta compleja ante la incertidumbre que nos presenta Estados Unidos. Hoy ha sido un 3.5% a las remesas, pero más adelante podría ser más alto, o incluso, ante una situación compleja entre ambos países, el bloqueo de envío de dinero, lo que pondría a muchas familias en una situación bastante precaria.
Es momento de actuar y buscar las mejores oportunidades para que nuestro país diversifique sus ingresos, fortalezca su economía, y podamos ayudar a mejorar las condiciones de las familias mexicanas.
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