Atrás quedaron las fiestas decembrinas, las reuniones con familiares y amigos, y los buenos propósitos. Ya viene el año nuevo y hoy más que nunca debemos enfrentar el 2025 con la inteligencia que requieren las crisis variadas que vive México y el mundo.
Si bien el panorama económico mundial pareciera “estable”, de todos modos nuestro país inicia un nuevo año con tremendos retos en seguridad, desigualdad, salud, entre otros; además de la nueva convivencia con el presidente del vecino del norte.
El reto más importante es que México iniciará un nuevo año con la grave situación que viene atravesando con respecto a la seguridad; pues la violencia en nuestro país crece y crece de manera alarmante; ya siendo incluso comparados con la violenta Colombia de los años 90´s.
Si bien el panorama parece desalentador, nosotros, los ciudadanos de bien, tenemos un gran compromiso con la construcción del país que queremos, pues no es solo labor de nuestras autoridades salir de estos complejos procesos, es un proceso de todos, los buenos; pues somos más los que queremos un país mejor.
Una inteligente medida personal para este 2025 es que seamos capaces de equilibrar nuestras finanzas buscando un balance entre ingresos y egresos que nos permita tener un mejor panorama para el primer semestre del año, pues ante la volatilidad del mundo en temas bélicos y económicos, considero prudente ser muy estrictos con nuestras finanzas personales. Es muy importante que logremos dentro de este equilibrio, nunca gastar más de lo que recibimos, haciendo un esfuerzo, que en algunos casos será una tarea titánica, por ahorrar un porcentaje, así sea mínimo, de lo que percibimos.
Con respecto al tema de seguridad, debemos tratar de romper el paradigma de que las autoridades son las culpables de todo, a fin de que logremos tener un mayor compromiso con la denuncia, la cual deberá estar encaminada a convertirnos en elementos suspicaces que la utilicen como arma para combatir este cáncer que nos ahoga. Debemos ser capaces de eliminar la indiferencia ante la duda, ya que esta nos hace de alguna manera cómplices de las atrocidades que hoy vive el país.
México hoy nos necesita más que nunca; necesita de ciudadanos que aporten en su entorno inmediato trabajando con tenacidad ante cualquier crisis, con mente positiva, con la creatividad que nos caracteriza y que siempre nos ha hecho grandes. Pero también nuestro México necesita de ciudadanos que confíen en sus instituciones, que aporten y sumen en la construcción de un mejor país.
Este 2025 seguramente no será fácil, pero tampoco algo ajeno a lo que ya estamos acostumbrados. La realidad es que una vez más tenemos la oportunidad de aprender de nuestros errores, así que el éxito final dependerá de nuestra capacidad de estructurar entre todos el camino diferente que nos ayude a cambiar de rumbo, marcando los objetivos que nos lleven al México que la mayoría nos merecemos.
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